martes, 25 de septiembre de 2012

CRIA CUERVOS

http://www.lne.es/opinion/2012/09/25/cria-cuervos/1302689.html

Cría cuervos



La necesidad del respeto a los demás, frente al insulto



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Cría cuervos
Cría cuervos  


FERNANDO DE LA HOZ ELICES ¿Hacia dónde va el sistema? ¿Qué es lo que persigue la sociedad actual? ¿Quién dirige este caos?

Los referentes sociales han cambiado mucho de poco tiempo a acá. Antes, nuestras referencias eran esas personas honradas, honestas, educadas y con una ética probada que, con su sola presencia, eran capaces de infundir respeto sin necesidad de pedirlo, porque su propia personalidad y su rectitud en su hacer eran ejemplarizantes. Eran lo que podíamos decir un ejemplo a seguir, conocedores de que en la democracia occidental se goza de libertad a condición de no usarla.

¿Y qué ha cambiado desde entonces? Simplemente, el funcionamiento caótico y descontrolado de lo que debiera ser referente de actuación de la sociedad, en el que no se distingue una línea de acción, un sentido armónico, un equilibrio. Quienes nos dirigen, equivalentes en otra época a los poderes fácticos, no cuidan la ejemplaridad de sus miembros ante los ciudadanos, y hacen mal uso de esa libertad que, como dijo Plutarco, debe sujetarse siempre a las leyes de la razón.

Hemos llegado a una actuación general en la que «todo vale» para conseguir deslumbramientos y resplandores cegadores, viviendo únicamente por un bonito epitafio. Incluso el afán de protagonismo de ciertos personajes de influencia en círculos de poder les lleva a desear su propia muerte para ver cuanta gente va a su entierro. Es urgente que la sociedad en general rectifique su obrar hacia el respeto a los demás, que no esté permanentemente en guerra dialéctica usando el insulto y el mal estilo.

Es urgente exigir a los medios influyentes que serenen sus tertulias, comentarios y programas de entretenimiento. Es urgente implantar el autocontrol y revisión de la forma de actuar en lo referente a la ética y al honor de las personas en cualquier medio social. Es urgente que los partidos políticos exijan a sus representantes y afines que vivan con dignidad y sean respetuosos con quienes no piensan como ellos, y sobre todo que respeten a los ciudadanos, tanto a los vivos como a los muertos. A éstos precisamente porque, como dijo George Bernanos: «El honor de un pueblo pertenece a los muertos, los que viven sólo lo usufructúan».

Es urgente que la sociedad civil exija a la sociedad gobernante que use la libertad como facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades.

martes, 11 de septiembre de 2012

LA RAZON DE SER, QUE NO LA TOQUEN

http://www.lne.es/gijon/2012/09/11/razon-toquen/1296211.html

La razón de ser, que no la toquen

Gran parte de la sociedad civil está harta de los políticos

 03:14  
La razón de ser, que no la toquen
La razón de ser, que no la toquen  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES No me sorprende que cuando inicio una frase, mi mujer no me deje terminarla, porque sabe lo que quiero decir. Son muchos años viviendo juntos, con muchos intereses comunes, sintiendo juntos y conociéndonos juntos, por eso aunque la personalidad de ambos se mezcle en una simbiosis ajena, se considera como una consecuencia lógica de la existencia de una pareja compenetrada.

Al cabo de muchos años de convivencia, casi todo lo has vivido con tu pareja, o se lo has contado innumerables veces, o se lo has oído rutinariamente. No hay pregunta o respuesta que no conozcas. El roce y la convivencia continuada llega a difuminar los límites del ser entre los cónyuges, al menos a mi me pasa.

Pero, sin embargo, sí que me sorprende cómo algunos grupos de la sociedad española tienen los límites de su ser tan emborronados por los políticos de su ideología que sin tener cohabitabilidad con ellos son capaces de asumir como buenas y dar por hecho actuaciones que nunca podían imaginarse, aceptando de manera consciente hechos opuestos a las intenciones de su programa electoral.

Un Estado en democracia no debe ni puede aceptar actuaciones de sus representantes en contra de principios que los alzaron al poder, como aceptación de la cesión sin límites por el hecho de haberse acercado un ratito cada cuatro años a señalar un nombre en una lista cerrada por un partido político.

La sociedad actual no cohabita con sus representantes políticos, y lo que es peor, sus intereses no son coincidentes y, por lo tanto, no debe permitir ceder la identidad individual ni colectiva en favor de unas insensibles actuaciones sociales, abusando de una confianza que nunca se les ha dado en tal medida.

Gran parte de lo que podemos denominar sociedad civil, está harta de sus dirigentes políticos actuales y, por tanto, debe asumir la responsabilidad de corregir actuaciones de sus representantes no contempladas en sus programas electorales establecidos, debiendo exigir la dimisión de los mismos cada vez que no cumplen sus promesas. La veteranía de convivencia con estos malos dirigentes sin otra profesión que la mamandurria política no debe ser motivo para que nos usurpen los límites de nuestra propia existencia, pues sus intereses no son tan coincidentes como en las veteranas parejas.

La fuerza de la sociedad civil debe promover que se cambien las reglas del juego con la urgencia que requiere la situación actual española. Mientras no se exija modificar estas reglas de juego, la fuerza en la calle que vaya en otra dirección no tendrá sentido.