martes, 11 de diciembre de 2012

Homenaje a Carlos González Aguilar

http://www.lne.es/gijon/2012/12/11/homenaje-carlos-gonzalez-aguilar/1339300.html

Homenaje a Carlos González Aguilar

Misionero claretiano hermano, durante 40 años ofreció su colaboración en las casas del Codema 

 03:21  




Homenaje a Carlos González Aguilar
Homenaje a Carlos González Aguilar  
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FERNANDO DE LA HOZ ELICES Hay realidades que es difícil explicar pero que se entienden perfectamente con un ejemplo. Algo de eso pasa con la figura de los Misioneros Claretianos Hermanos. Muchas personas ignoran que esta congregación no incluye sólo sacerdotes y que a ella pertenecen, con el mismo derecho y fundamento vocacional, un buen grupo de misioneros hermanos.

En el campo de las definiciones en la congregación claretiana se recurre a menudo al «no» para explicar esta vocación: el hermano no está ordenado, no administra la mayor parte de los sacramentos, no preside la eucaristía, no confiesa... Pero la vocación del misionero claretiano hermano no se describe por el «no», sino por el «sí»: el hermano es un bautizado que siente con intensidad la llamada de Dios Padre a anunciar su Reino, a vivir intensamente la fe, a consagrar su vida a la Palabra de Dios y a los hermanos, a servir a la Iglesia, a cooperar en el oficio maternal de María en la misión apostólica con el espíritu de Antonio María Claret.

A quienes hemos conocido de cerca del hermano Carlos González Aguilar no hacía falta explicarnos estas cosas. La vida ha querido, además, que hiciera algo no muy habitual entre los Misioneros Claretianos: servir al Evangelio durante más de cuarenta años en la misma comunidad. Muchas gentes de Gijón y Contrueces hemos conocido a un hombre de gran sencillez y mayor corazón que vivía con una enorme alegría su vocación y al que le preocupaba, siempre con cordialidad y ternura, la distancia de las nuevas generaciones respecto del Evangelio. Carlos no tenía estudios universitarios, pero ejerció durante décadas la cátedra del servicio y no temía dar testimonio con sus palabras -sin circunloquios ni oropeles- de la fe: los sencillos le entendían perfectamente. Su muerte ha supuesto un mazazo para muchos hombres y mujeres de bien.

La provincia claretiana ha acogido en los últimos años a muchos jóvenes misioneros claretianos venidos de otras partes del mundo. Es especialmente llamativo ver cómo Carlos les impactó y cautivó con su manera de tratarlos y de hablar de la vocación y «las cosas de Dios». Hoy, misteriosamente, al Carlos de raíces palentinas, que no salió de Gijón en cuatro décadas, se le llora también en coreano, en indonesio, en ruso y en las lenguas de Nigeria y Guinea Ecuatorial. Porque el Reino no tiene idioma y está claro que también los Misioneros Hermanos lo anuncian; claro y bien claro.

sábado, 8 de diciembre de 2012

A nuevo escenario, nuevo modelo económico

http://www.lne.es/gijon/2012/12/08/nuevo-escenario-nuevo-modelo-economico/1338124.html


A nuevo escenario, nuevo modelo económico

La necesaria implicación de la sociedad civil en el diseño de un futuro mejor

 04:21  
A nuevo escenario, nuevo modelo económico
A nuevo escenario, nuevo modelo económico  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES El 21 de diciembre de 2012 finaliza el calendario maya, lo cual quiere decir que con el fin de una era, se iniciará otra. Coincide también la necesidad obligada de encontrar una nueva teoría económica que equilibre las distancias entre capitalismo y comunismo , o lo que es lo mismo en la práctica, entre el poder absoluto del mercado y la economía planificada, dado que ambos modelos, han quedado obsoletos para hacer frente a lo que tenemos encima.

La actual forma de economía nos ha llevado a un peligroso escenario: burbujas económicas, desempleo, desigualdad, cambios climáticos, dependencias energéticas y crisis de identidad. Todo ello tiene un denominador común que es la ambición por el beneficio y la competencia, que provoca el fracaso de las relaciones humanas, y pone en peligro permanente la paz espiritual, social y ecológica.

Es Felber, en su título «La Economía del bien común», quien presenta un nuevo modelo basado en los valores de las relaciones humanas (la confianza, la estima, la cooperación la solidaridad y la voluntad de compartir). Convierte la avaricia y egoísmo en cooperación y el exclusivo fin del beneficio financiero en contribución al bienestar común. La medida de la evolución de una unidad empresarial, no será exclusivamente la cuenta de pérdidas y ganancias, sino el balance del bien común, donde se valoran intangibles como la dignidad humana, la responsabilidad social, la sostenibilidad ecológica, la participación democrática directa y la solidaridad con todos los grupos involucrados en la actividad empresarial.

La economía del bien común trata de que toda actividad transforme su existencia en más humana y más eficaz para todos. Incentiva los valores del comportamiento que contribuyen al éxito de las relaciones humanas y ecológicas, en contraposición con las actuales actuaciones de competencia y egoísmo.

El capital del futuro será el medio, no el fin para lograr la felicidad de todos, y ahora precisamente en esta situación requiere mayor importancia al comprobar que la desigualdad en nuestro entorno ha alcanzado niveles muy, pero que muy alarmantes.

Es paradógico ver cómo en nuestras relaciones diarias estamos satisfechos cuando ponemos en práctica valores tales como el respeto, escucha a los demás, la cooperación, la sinceridad, el aprecio y la ayuda mutua, y sin embargo el entorno económico en el que desarrollamos nuestra actividad se basa en un sistema con normas que potencian la búsqueda de beneficios y la competencia con carácter exclusivo, incentivando el egoísmo, la avaricia, la envidia y la falta de consideración. La contradicción existente entre ambas formas de obrar, nos divide como individuos y como sociedad.

Entonces, ante esta contradicción, ¿como hemos de obrar? ¿Debemos ser solidarios y cooperativos como conducta de ciudadano o, por el contrario ¿Debemos tener en cuenta nuestro propio beneficio y a los demás, como competidores que son, tenerles apuntalados?

Lo más grave ante esta paradoja es ver como la propia legislación normativa y tratados nacionales e internacionales, prefiere la guía que nos conduce a la infelicidad, incluso la incentiva al mantener vigente que en economía debemos aumentar el beneficio propio y ser competitivos.

Amén de todo ello, añadamos la catastrófica situación de los gobiernos corruptos y envalentonados con hacer desaparecer el estado de bienestar de los ciudadanos, la mayoría de las veces en beneficio propio o de su círculo de amigos y de sus jefes de filas.

La economía del bien común, no es único como modelo imaginable para el futuro, sino que pretende ser combinado con otros modelos y estructuras alternativos enriqueciéndose unos de otros al objeto de construir un sistema económico democrático a través de un proceso de búsqueda participativa.

Es hora de que la sociedad civil tome conciencia e imponga un nuevo modelo de convivencia. Debe sin reparos darse a valer y exigir un cambio de actitud total. Este nuevo modelo, puede servir de base para conseguir con mucho esfuerzo, talento y constancia su implantación, aunque mucho me temo que su consecución no será con la rapidez que se deteriora el sistema social, pero al menos hemos de intentarlo.

martes, 25 de septiembre de 2012

CRIA CUERVOS

http://www.lne.es/opinion/2012/09/25/cria-cuervos/1302689.html

Cría cuervos



La necesidad del respeto a los demás, frente al insulto



 03:34  


Cría cuervos
Cría cuervos  


FERNANDO DE LA HOZ ELICES ¿Hacia dónde va el sistema? ¿Qué es lo que persigue la sociedad actual? ¿Quién dirige este caos?

Los referentes sociales han cambiado mucho de poco tiempo a acá. Antes, nuestras referencias eran esas personas honradas, honestas, educadas y con una ética probada que, con su sola presencia, eran capaces de infundir respeto sin necesidad de pedirlo, porque su propia personalidad y su rectitud en su hacer eran ejemplarizantes. Eran lo que podíamos decir un ejemplo a seguir, conocedores de que en la democracia occidental se goza de libertad a condición de no usarla.

¿Y qué ha cambiado desde entonces? Simplemente, el funcionamiento caótico y descontrolado de lo que debiera ser referente de actuación de la sociedad, en el que no se distingue una línea de acción, un sentido armónico, un equilibrio. Quienes nos dirigen, equivalentes en otra época a los poderes fácticos, no cuidan la ejemplaridad de sus miembros ante los ciudadanos, y hacen mal uso de esa libertad que, como dijo Plutarco, debe sujetarse siempre a las leyes de la razón.

Hemos llegado a una actuación general en la que «todo vale» para conseguir deslumbramientos y resplandores cegadores, viviendo únicamente por un bonito epitafio. Incluso el afán de protagonismo de ciertos personajes de influencia en círculos de poder les lleva a desear su propia muerte para ver cuanta gente va a su entierro. Es urgente que la sociedad en general rectifique su obrar hacia el respeto a los demás, que no esté permanentemente en guerra dialéctica usando el insulto y el mal estilo.

Es urgente exigir a los medios influyentes que serenen sus tertulias, comentarios y programas de entretenimiento. Es urgente implantar el autocontrol y revisión de la forma de actuar en lo referente a la ética y al honor de las personas en cualquier medio social. Es urgente que los partidos políticos exijan a sus representantes y afines que vivan con dignidad y sean respetuosos con quienes no piensan como ellos, y sobre todo que respeten a los ciudadanos, tanto a los vivos como a los muertos. A éstos precisamente porque, como dijo George Bernanos: «El honor de un pueblo pertenece a los muertos, los que viven sólo lo usufructúan».

Es urgente que la sociedad civil exija a la sociedad gobernante que use la libertad como facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades.

martes, 11 de septiembre de 2012

LA RAZON DE SER, QUE NO LA TOQUEN

http://www.lne.es/gijon/2012/09/11/razon-toquen/1296211.html

La razón de ser, que no la toquen

Gran parte de la sociedad civil está harta de los políticos

 03:14  
La razón de ser, que no la toquen
La razón de ser, que no la toquen  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES No me sorprende que cuando inicio una frase, mi mujer no me deje terminarla, porque sabe lo que quiero decir. Son muchos años viviendo juntos, con muchos intereses comunes, sintiendo juntos y conociéndonos juntos, por eso aunque la personalidad de ambos se mezcle en una simbiosis ajena, se considera como una consecuencia lógica de la existencia de una pareja compenetrada.

Al cabo de muchos años de convivencia, casi todo lo has vivido con tu pareja, o se lo has contado innumerables veces, o se lo has oído rutinariamente. No hay pregunta o respuesta que no conozcas. El roce y la convivencia continuada llega a difuminar los límites del ser entre los cónyuges, al menos a mi me pasa.

Pero, sin embargo, sí que me sorprende cómo algunos grupos de la sociedad española tienen los límites de su ser tan emborronados por los políticos de su ideología que sin tener cohabitabilidad con ellos son capaces de asumir como buenas y dar por hecho actuaciones que nunca podían imaginarse, aceptando de manera consciente hechos opuestos a las intenciones de su programa electoral.

Un Estado en democracia no debe ni puede aceptar actuaciones de sus representantes en contra de principios que los alzaron al poder, como aceptación de la cesión sin límites por el hecho de haberse acercado un ratito cada cuatro años a señalar un nombre en una lista cerrada por un partido político.

La sociedad actual no cohabita con sus representantes políticos, y lo que es peor, sus intereses no son coincidentes y, por lo tanto, no debe permitir ceder la identidad individual ni colectiva en favor de unas insensibles actuaciones sociales, abusando de una confianza que nunca se les ha dado en tal medida.

Gran parte de lo que podemos denominar sociedad civil, está harta de sus dirigentes políticos actuales y, por tanto, debe asumir la responsabilidad de corregir actuaciones de sus representantes no contempladas en sus programas electorales establecidos, debiendo exigir la dimisión de los mismos cada vez que no cumplen sus promesas. La veteranía de convivencia con estos malos dirigentes sin otra profesión que la mamandurria política no debe ser motivo para que nos usurpen los límites de nuestra propia existencia, pues sus intereses no son tan coincidentes como en las veteranas parejas.

La fuerza de la sociedad civil debe promover que se cambien las reglas del juego con la urgencia que requiere la situación actual española. Mientras no se exija modificar estas reglas de juego, la fuerza en la calle que vaya en otra dirección no tendrá sentido.

miércoles, 27 de junio de 2012

CARBON NUESTRO DE CADA DIA

http://www.lne.es/opinion/2012/06/27/carbon-dia/1262257.html

Carbón nuestro de cada día

La fuerza de la razón en defensa de la minería asturiana

05:20
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Carbón nuestro de cada día
Carbón nuestro de cada día
FERNANDO DE LA HOZ ELICES

Si tiene que existir algún sector estratégico en un país independiente, éste debe ser el sector eléctrico. Todos los ciudadanos, de una u otra forma dependen de él. No dudo que puede haber otros sectores en un momento de crisis como el que tenemos encima que tengan también que ser mimados, puesto que también pueden aportar parte del bienestar a sus ciudadanos, pero no podría imaginar en la era actual un mundo sin energía eléctrica.
En esta situación de crisis asentada como para no abandonarnos, cobijada en un mundo inquieto donde los humanos se agrupan por países en función de su grado de poder o privilegio, podremos llegar a ver, si no se pone remedio, una situación no deseada que puede llevar a un aislamiento de países como consecuencia de su desequilibrio en la balanza comercial. Nada es imposible en este momento, pues los intereses de cada individuo o colectivo son partidistas y el grado de insolidaridad cada día es más palpable.
Un cuadro macroeconómico facilitado por Sedigas a diciembre 2010, que nos muestra la cuota del consumo de energía eléctrica en nuestra nación, nos presenta que en 2010 el consumo de energía procedente del carbón es de un 6,4 % del total del consumo eléctrico. Matizando más, observamos que la producción nacional de esta energía sitúa el carbón extraído en nuestro territorio en un 9,4% de toda la que se produce en nuestro país.
En paralelo, los mismos cuadros nos indican que en España el consumo del petróleo supone un 47,4%, y el gas natural, un 26,3% del total consumido. La procedencia del mercado nacional de estas fuentes de energía aporta la insignificante cifra de 0,4% en el petróleo y de 0,1% en el gas natural.
Claramente estos indicadores nos advierten del desequilibrio existente entre las distintas energías que se consumen en España, situándola en una posición de dependencia casi exclusiva del petróleo y gas natural procedente de países ajenos al nuestro.
No dudo que pueden existir primas y subvenciones que apoyan la explotación de ciertas energías (aunque muy poca incidencia tengan en el «déficit tarifario» al que aluden algunos detractores). Un análisis tan simple como la valoración del coste actual de la extracción del carbón, o el sobreprecio actual al implantar la tecnología de energías renovables, es simplemente de miopes, y yo creo que un país que ha sufrido tantas inclemencias en su larga historia, no debe exponerse a las consecuencias que a su futuro puede acarrearle la dependencia exterior de un soporte estratégico, que puede incluso poner en peligro su supervivencia.
Nadie tiene en cuenta la fuerza que en el precio de la energía puede tener la dependencia exterior en momentos determinados, bien por la propia presión de los mercados, o bien por la falta de abastecimiento por otros motivos que pudiera ser traumática. ¿Un país con libertad puede permitirse acaso el lujo de que el principal soporte estratégico dependa de terceros? ¿Cuál sería el precio en un momento determinado por la escasez de abastecimiento o abuso de los proveedores que puede suponer esta dependencia? ¿Cómo es posible que un país que tiene tan solo un 6,4% de la producción primaria procedente del carbón dentro del total del consumo se pueda permitir el lujo de no apoyar su subsistencia?
Entendamos, por lo tanto, a nuestros mineros que defienden su estatus, entendamos también a sus familiares, pues los ingresos de aquellos son elementales para su subsistencia diaria, entendamos también a quienes apoyan por diversos motivos, incluido el patriótico, la continuación de esta actividad, aunque otros apuesten por su aniquilación, basados, ¡quién sabe!, en propiciar la dependencia total del exterior, agravando así la vapuleada economía en la que se halla inmersa y, por lo tanto, apostando por que el conflicto social rompa por lo más débil de la cuerda.
Sí, el carbón es caro, pero más caro nos saldrá no explotarlo cuando nos aíslen totalmente y nos obliguen a utilizar la energía que nos impongan los países dependientes para poder subsistir, a un precio no negociado, establecido por las normas de un mercado sin alma dirigido por unas fuerzas centrífugas que no tienen más que una dirección en su mente.
Apoyemos un mix energético equilibrado que no nos obligue (como en la actualidad) a usar energías dependientes de terceros, como es el caso del petróleo y el gas natural. El precio que hoy puede parecer caro del carbón y de otras energías renovables, ¿quién sabe si en otras circunstancias puede resultar barato? Y, sobre todo, ¿Quién sabe si en algún momento puede ser la salvación y subsistencia de vida en esta nación?
Utilicemos, pues, la fuerza de la razón, ya que tenemos muchas razones para la defensa de la continuidad de la minería asturiana y con ello todo lo que a su alrededor se establece, sin necesidad de usar la fuerza de la violencia, que lo único que puede traer es una vergonzante sinrazón. Asturias debe apoyar en todos los foros su riqueza, como presente, como futuro y con esperanza de solución. La realidad es así de terca y paradójica, manifestándose insensata e inconcebible. De la dificultad nace el éxito, de la oscuridad la luz, y de la insistencia la continuidad.

miércoles, 30 de mayo de 2012

HAY ESPERANZA, HAY SOLUCION

http://www.lne.es/opinion/2012/05/30/hay-esperanza-hay-solucion/1249208.html

Hay esperanza, hay solución

Una apuesta por la sociedad civil como la única salida viable de la crisis

03:12
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Hay esperanza, hay solución
Hay esperanza, hay solución
FERNANDO DE LA HOZ ELICES Quizás haya llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica y que va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los mercados o de la prima de riesgo. Hemos de asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando un partido por otro, implantando otra batería de medidas urgentes o convocando huelga general.


Hemos de admitir que nuestro país no ha alcanzado la situación en la que se halla de la noche a la mañana. Posiblemente sea el resultado de una cadena de acontecimientos y actuaciones que comienza en los inicios de la escuela y termina en la clase dirigente. Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la empresa, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Sólo prevalece que son de los nuestros y, por lo tanto, afines a nosotros.


Sí, hemos conseguido una nación mediocre, que con su sectarismo rancio ha llegado incluso a dividir a las asociaciones de víctimas del terrorismo y a volver a instaurar las líneas rojas y azules para diferenciar ideologías y hacer aflorar los rencores.


Tenemos una nación que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso «Gran Hermano» como única solución a obtener notoriedad y unos ingresos a falta de trabajo, por políticos que se insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su ineptitud y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza y amenazan al profesor si no le sigue su corriente.


Es mediocre una nación con una cuarta parte de su población en paro, que, sin embargo, encuentra más motivos para indignarse y manifestarse cuando le dictan que tiene que ir a una huelga general para insultar a quienes, con gran esfuerzo, tratan de seguir dando trabajo.


Pero aún no es tarde para reaccionar, la sociedad civil tiene la fuerza de hacer y decir «¡basta ya!» Es la única esperanza, y tiene la obligación de hacerse valer, pues es la única que con su fuerza y razón debe hacer reaccionar a los mediocres.


La sociedad civil, sobre la cual tanto se discute frecuentemente, y hasta en tono retórico, no puede ser identificada sólo con la existencia de una pluralidad de instituciones aptas para equilibrar la fuerza del Estado ante los mercados. Si bien esto es necesario, no es suficiente.


Stefano Zamagni aporta que la solución a la injerencia del Estado en beneficio del mercado necesita de un despegue de las formas de organización económica que configuran una moderna economía civil, basada en la confianza recíproca.


La clave está en la exigencia de altos niveles de cooperación, y esto presupone la existencia de fuertes vínculos de confianza entre los agentes económicos. Una investigación por cuenta del Banco Mundial fija el nexo entre el grado de confianza que prevalece en las relaciones interpersonales y en los niveles de inversión privada. La mayor parte de los países que generan un grado de confianza superior a la media consiguen niveles de inversión mayores de lo previsto. En definitiva, se puede afirmar con seguridad que el mercado es una institución regida esencialmente por la confianza.


¿Qué es lo que hay que hacer en una sociedad para que crezcan las estructuras de confianza? La sociedad civil es el lugar ideal destinado a generar la disposición para la confianza y usar la estrategia de Roniger, tratando de concentrar la confianza sobre experiencias personales y sobre actores sociales específicos, desarrollando el reconocimiento recíproco de las identidades y el compromiso de no engañar ni traicionar a nadie.


Igualmente, la generalización de la confianza presupone, por un lado, que crezca el nivel de la competencia técnica que sirve de base para la certificación de la confianza -éste es el rol clave de las profesiones liberales y de una ágil burocracia- y, por el otro, que la práctica de códigos éticos por parte de las empresas alcance esa zona crítica, más allá de la cual el mercado puede funcionar por el mecanismo regulador de la reputación.


En una palabra, la estrategia consistirá en favorecer la emergencia de un nuevo espacio económico, el de la «economía civil», donde prevalezca el principio de reciprocidad y donde no es suficiente tratar de conseguir una sociedad justa, sino una «sociedad decente», es decir una sociedad que «no humille» a sus miembros distribuyendo sus beneficios pero negando «la humanidad».


Las motivaciones que dan cuerpo a la reciprocidad son tan legítimas como las interesadas. Cuando falta la competencia efectiva entre las diversas clases de oferta es el consumidor quien ve reducida su propia esfera de libertad, como sucede en la actualidad ante una sociedad cada vez más abundante, cada vez más capaz de inundarnos con productos, pero también cada vez «más indecente».


Apostemos, pues, por una economía civil como solución a nuestra situación actual, en la que la mediocridad impide el desarrollo de una sociedad decente.

viernes, 4 de mayo de 2012

RENTABILIDAD MEDIOAMBIENTAL EN EPOCA DE CRISIS

http://www.lne.es/opinion/2012/05/04/rentabilidad-medioambiental-epoca-crisis/1236753.html

Publicado en La Nueva España de Gijón, 04-05-2012

 
RENTABILIDAD MEDIOAMBIENTAL EN EPOCA DE CRISIS
¿Por qué he de preocuparme por la posteridad?¿Qué ha hecho la posteridad por mí? (Groucho Marx)
La posteridad no vota, sin embargo la preocupación por el medio ambiente se centra en modificar los hábitos  de los habitantes de hoy en beneficio de futuras generaciones.
Lo que en épocas de prosperidad, puede ser y de hecho ha sido un inconveniente para que los gobernantes tomen medidas drásticas en beneficio del medio ambiente, en épocas de crisis puede ser una oportunidad y tratar de reconciliar lo ecológico con el aprovechamiento y crecimiento económico.
Sin lugar a dudas, toda política medioambiental es necesariamente intervencionista. Sin la intervención de los gobernantes, no podrá protegerse el entorno. Yohn Stuart Mill lo anticipó hace dos siglos. ¿Acaso no existe la propia tierra, sus bosques, sus aguas por encima y por debajo de la superficie?  Ante esta herencia que ha recibido la raza humana, no debe ser el azar el que decida sobre qué derechos y en qué condiciones pueden ejercer los ciudadanos sobre cualquier parte de esta tenencia común. Ninguna función gubernamental debe ser más importante que la regulación de estas cuestiones, ni más relevante para la idea de una sociedad civilizada.
Uno de los políticos liberales británicos más radicales, Nicholas Ridley, justificó la intervención estatal en la política medioambiental con una metáfora contundente.” La contaminación, como el fraude , es algo que impones a otros contra su voluntad en busca de un posible beneficio económico”. Como la prevención de la violencia y el fraude, el control de la contaminación es en esencia una actividad que el Gobierno, en cuanto protector del interés público frente a todo interés particular, ha de dirigir y regular.
Algunos opinan que no vale  preocuparse por la contaminación por el hecho de que es una consecuencia del mundo económico y su hábitat.  También Dios creó la mosca con su sabiduría y olvidó decirnos para qué. ¿Eso significa que debemos dejar que nos molesten? La contaminación, debe ser tratada como un mal de futuro. Nuestra responsabilidad es tratar de minorar sus efectos.
¡Qué oportunidad tienen ahora los gobernantes municipales ante  esta crisis!, que ha subido a las nubes los precios energéticos, para conciliar la contaminación de sus ciudades con el aprovechamiento económico de sus medios. Sus resultados pueden ser  más eficaces en cuanto ahorro energético, y por tanto en abaratamiento de costes, en transporte para los ciudadanos, más que cualquier otra medida  reductora de las que se están tomando para equilibrar el déficit, tales como elevación de impuestos, bajada de salarios, etc. Hasta ahora, la mano invisible del mercado, no ha sido capaz de armonizar  los intereses del individuo o de la empresa con los de la sociedad en su conjunto.
La mayoría de los ciudadanos utilizamos el coche individualmente para ir al trabajo, en lugar de hacerlo en autobús. Los costes en este caso, para la sociedad en su conjunto, tanto por la contaminación que causa el tráfico, y por el deterioro en consecuencia de la capa de ozono, exceden a cualquier  coste privado imputable a un individuo o empresa. Este es abrumadoramente ineficiente socialmente. Quienes tienen el poder de decisión en las ciudades han de intervenir para ajustar los costes privados a los causados a la sociedad en sentido amplio.
Si el que contamina paga,  los usuarios contaminantes, debemos satisfacer las costes de las acciones que recaen sobre la sociedad en general ¿No paga una empresa por contaminar? ¿No tiene una empresa que invertir para evitar la contaminación? ¿Por qué los individuos no tomamos conciencia de ello y ayudamos a la mejora ambiental , a la vez que reducimos  gastos en energía escasa y por lo tanto cara?
Invito a los gobernantes locales a que aprovechen  la oportunidad que tienen ahora de intervenir en la política medioambiental, y hagan uso del sentido común para modificar los hábitos de sus ciudadanos.  En esta ciudad existe un empresa Municipal  de transportes (Emtusa) muy propicia a ser optimizada en recorridos que eviten en lo posible el uso de los transportes privados dentro de  la ciudad, a la vez que establezca enlaces con los polígonos industriales y otras zonas del entorno para minorar los usos de vehículos privados. Con un incremento  del uso, es obvio que los ingresos de esta Empresa  compensarán en parte el déficit tarifario existente en la actualidad, al que el Municipio tiene que hacer frente para conseguir el equilibrio presupuestario de ingresos y gastos.
Es obvio que todo ello debe ser motivo de un estudio en condiciones de la movilidad de vehículos en la ciudad, pero sus consecuencias pueden ser muy  eficaces para los bolsillos de los ciudadanos, para el saneamiento de las arcas municipales, para la reducción de los efectos contaminantes y por lo tanto el efecto del daño medioambiental,  y fundamentalmente, como dijo Margaret Thatcher en su discurso del partido conservador británico en Octubre de 1988 que marcó su paso de Dama de Hierro a Diosa Verde: “La tierra no puede ser el feudo de ninguna generación”. “El uso de la tierra es un arrendamiento de por vida con la obligación de mantenerla en perfecto estado”
No hay crisis sin oportunidad.  Saber aprovecharla será la fuerza de un gobierno municipal, para salvar las debilidades y amenazas de esta situación crítica en el aspecto económico y medioambiental.

jueves, 5 de abril de 2012

!POR LA PUEERTA GRANDE, PAULINO!

http://www.lne.es/gijon/2012/04/05/puerta-grande-paulino/1223976.html

¡Por la puerta grande, Paulino!

Memoria de un empresario forjado en la ética y en la estética del esfuerzo

 
¡Por la puerta grande, Paulino!
¡Por la puerta grande, Paulino!  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES «Señor, ¿nos deja que le haga una foto? Venimos observándolos desde la mesa contigua y estamos sorprendidos. Perdónennos los demás comensales, a quienes hemos estado siguiendo su tertulia y felicitamos por su comportamiento y estilo de conversación. Pero nuestro centro está en este señor. Su carisma es impresionante. Ya no se ven señores así. ¡Qué elegancia en el vestir! ¡Qué corbata con pañuelo a juego! ¡Qué bastón! ¡Qué postura! y sobre todo, ¡qué semblanza de señorío! Y ¡qué tertuliano escuchando! Si nos permiten hacerle una foto, será para nosotros, que amamos las buenas formas y los buenos modales, una especie de diploma».

Así, unos turistas que pararon por el Riscal en Gijón, llevaron su foto de Paulino Hernández como una conquista de algo que ya no está en vigor, pero ¡cuánto se echa de menos?!

Este señor era Paulino, aquel niño que desde Alba de Tormes se impuso no quedarse con lo que entonces veía a su alrededor y optó por abrirse camino de otra forma. Entonces, en las familias castellanas era así: «Aquí ya sabes lo que hay; si quieres otra cosa, ¡tú mismo!» Ya me imagino a aquel niño por La Alberca transportando todo lo vendible en aquellos lares en aquella época tan difícil para vender porque no había con qué comprar.

Pero el destino tiene una fórmula que Paulino descubrió: la del trabajo, el esfuerzo, la constancia, la seriedad y la innovación. Pronto se le abrió el camino de las representaciones y más tarde fue capaz de conseguir un imperio alimentario: Su propia cadena de supermercados Los Tulipanes, pionero en Asturias y más tarde origen de plagios y referencias.

Sí, Paulino era un gran ejemplo como empresario, y por eso lo menciono, aunque no quiero que sea sólo ese aspecto el que destaque de su paso por este mundo. Seguro que el manto de Santa Teresa de Jesús, que desde su pueblo natal le cobijaba, le influía en sus cualidades como persona humana.

«Terco como él solo», dice su mujer Esther cuando comenta su insistencia en conseguirla a pesar de las dificultades; y así eran sus actos cuando la razón le indicaba lo que debía hacer. Entonces su voluntad no tenía límite.

Elegante donde los haya, incluso en esta época podía decirse de él que formaba un verso suelto en esta sociedad en la que nunca salió a la calle sin corbata y sin su pañuelo a juego, elegantemente vestido, con notable señorío.

Pero si de elegancia hablamos, no podemos obviar la de su carácter y saber estar. Nunca una palabra más alta que otra, ni siquiera enojado, nunca una discusión con nadie. La razón, según él, sólo la tiene quien sabe escuchar, y eso él lo hacía de un modo ejemplarizante.

Su éxito fue la buena educación, el saber estar siempre y su seriedad. Nunca aprobó la mentira ni el engaño; de hecho, aborrecía estas características.

De su saber estar dan fe hasta los animales, a quienes quiso como si de personas se tratase. ¿Será que los animales tienen cerebro y distinguen a las buenas personas? Le he visto dar de comer en su casa a las lagartijas, que viéndolo salir de casa se acercaban a él en busca de la comida diaria que les daba.

Su afición confesable: los toros, quizá por aquello de sus raíces salmantinas. Nunca perdía una buena corrida de toros allá adonde pudiera asistir y admiraba a los toreros de élite.

El buen hacer y el buen estar, como en los toros, ha sido siempre su referencia, por eso ha sabido torear en esta vida y ahora sale a hombros por la puerta grande, como un gran maestro que ha sido. Descansa en paz, amigo Paulino.

miércoles, 28 de marzo de 2012

El déficit de Emtusa no es sólo tarifario

http://www.lne.es/opinion/2012/03/28/deficit-emtusa-tarifario/1220566.html

El déficit de Emtusa no es sólo tarifario

El elevado coste para las arcas municipales del atípico contrato de arrendamiento de las cocheras de la empresa municipal de transporte

 03:28  
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El déficit de Emtusa no es sólo tarifario
El déficit de Emtusa no es sólo tarifario  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES En el primer análisis del balance y cuenta de pérdidas y ganancias de Emtusa que analicé, consolidé el criterio de que esta empresa municipal no da pérdidas, pues la dotación que el Ayuntamiento asigna para la nivelación de los pagos con los ingresos es consecuencia en su gran parte de la aplicación de una tarifa inferior a un segmento de la población por motivos sociales.

Los gobernantes municipales, en función de su sensibilidad social, ideología, expectativa de votos y otras variables, desarrollan una estrategia de gestión que les obliga a regularizar cada ejercicio con una aportación municipal, el desfase entre los costes de gestión con los ingresos por recaudación de viajes, la cual en sus propios presupuestos es justificada como un costo social. Así vemos cómo los billetes de bus tienen bonificaciones parciales e incluso total por estatus social, edad, impedimentos económicos, etcétera, que impiden que se recaude en su totalidad al número de viajeros que disfrutan del bus.

De no ser por estos condicionantes sociales, la Empresa Municipal de Transportes podría ser perfectamente viable con sus propias recaudaciones, si se adecuasen los precios y la totalidad de los billetes a los costes necesarios para que el servicio de transportes público funcione con la calidad requerida por los ciudadanos, a la vez de ofrecer un servicio digno y adecuado para enlazar todos los recorridos posibles de la ciudad y sus aledaños.

No seré yo precisamente quien enmiende la plana a los gobernantes por este sentido social, que considero necesario y máxime en esta época, en la que a consecuencia de la crisis que padece el país se ha incrementado la necesidad de atención social y económica en un amplio sector de la población. Cada gobierno municipal tiene la obligación de prestar sus apoyos sociales en función de las necesidades que la población le demande. Admito por lo tanto un déficit tarifario que necesariamente compense el Ayuntamiento con su aportación social a la empresa que presta el servicio municipal de transportes, que en el caso de Gijón es Emtusa y cuya propiedad es íntegramente del propio Ayuntamiento.

Es obvio que a pesar de admitir la regularización anual para equilibrar los ingresos con los gastos, con lo que podemos denominar aportación para suplir el déficit tarifario, también debe existir por parte de los órganos directivos una responsabilidad en su gestión, adecuando en la medida que sea posible los costes a los posibles ingresos como principio de equilibrio, al menos a la vez que ven incrementados sus costes las partidas que se integran en el escandallo, desarrollando el uso del transporte público como una actividad moderna y concienciado en el aspecto medioambiental.

Expuesto lo cual, y admitido el déficit tarifario como social, los gestores y máximos responsables de Emtusa, es decir, los miembros del consejo de administración, también tienen responsabilidades de cargo y están obligados a velar por la viabilidad de la empresa dentro de los fines de la misma. Es precisamente por ello que, detectado que no todo el desequilibrio de ingresos con los gastos es consecuencia del déficit tarifario, sino que una gran parte de este desfase es debido a la formalización de un atípico contrato de arrendamiento operativo de las cocheras y oficinas, con otro previo de otorgamiento de derecho de superficie, ambos firmados notarialmente el 26 de diciembre de 2007 por el anterior presidente del consejo de administración, los consejeros actuales han tomado la decisión unánime de denunciar estos contratos en cuestión y someterlos a dictamen del órgano jurídico municipal para su estudio, al objeto de que dictamine el procedente obrar dentro de las múltiples variables posibles para tratar de solventar las irregularidades detectadas y, si fuera viable, incluso la posible anulabilidad del mismo, siempre en aras de la defensa de los intereses de Emtusa, su viabilidad como empresa, continuidad de servicios de transporte a la ciudadanía y la minoración del coste global de esta carga a los gijoneses.

A simple título de aclaración, se trata de un alquiler de nave edificada en finca propiedad de Emtusa previa concesión al constructor de un derecho de superficie. El costo de la nave según contrato supera la cifra de 19,7 millones de euros, es decir, más de 3.277 millones de las antiguas pesetas. A su vez el contrato incluye además del alquiler de la nave por un montante superior a 1.348.000 euros anuales, la facturación del servicio de limpieza por importe superior a 213.000 euros anuales, más por mantenimiento de las instalaciones otra facturación cerca de 215.000 euros anuales; es decir, Emtusa abonará al proveedor más de 1.777.000 euros anuales durante 32 años que durará el derecho de superficie. Transcurrido dicho plazo, pasará la edificación a ser propiedad de la empresa municipal. Traducido a antiguas pesetas, Emtusa pagará en concepto de alquiler, mantenimiento y limpieza un total de 295.666.922 pesetas anuales (el primer año, porque los siguientes según lo que después expongo, se incrementará anualmente con el IPC).

El contrato de arrendamiento operativo, cuya denominación no corresponde con el fin del mismo, lleva aparejada una revisión anual del índice de precios al consumo. (Este aspecto no se incluyó en el pliego de condiciones para la licitación, ni sometido a la aprobación del consejo de administración existente entonces, y así lo corroboran las actas de las juntas y los consejeros que se mantienen en la actualidad en el consejo de administración), por lo que únicamente fue sancionado el importe del alquiler establecido sin la revisión anual del IPC.

El efecto de este incremento es tan lesivo para Emtusa como inconcebible. Pues ya se incluyen en el cálculo de las cuotas del alquiler todos los intereses y gastos previstos. ¿Se imaginan que un banco que concede un préstamo, además de incluir los intereses correspondientes al tipo establecido en póliza, incorpore durante toda la vida del préstamo el incremento del IPC en el principal durante toda la vida del préstamo?

Todo esto supone en cifras finales al cabo de los 32 años un monto de aproximadamente 84.000.000 euros, que trasladado a las antiguas pesetas supone al Ayuntamiento de Gijón y, por consiguiente, a sus ciudadanos un total de 13.976 millones de pesetas. (De este importe, unos 34 millones de euros corresponden al incremento del IPC, es decir, 5.657 millones de las antiguas pesetas, o lo que es lo mismo, a la cláusula irregular incluida en el contrato firmado por el presidente del consejo de administración con ocultación al resto del consejo).

El proveedor no ha querido negociar con los interlocutores de Emtusa este desaguisado, a pesar de las conversaciones e intentos habidos. Los consejeros actuales de Emtusa han obrado con rigor, seriedad y valentía por unanimidad para que este contrato no lleve a esta empresa municipal a una situación crítica con pérdidas reales y no como consecuencia del déficit de tarifa social. No es costo social la repercusión de este contrato, ya que beneficia a una sola persona (proveedor), lo cual dadas las circunstancias no es justo ni admisible. Han cumplido con su deber de consejeros en el aspecto de gestión puramente económica buscando el bien de la empresa y, en definitiva, en cumplimiento de su deber.

Políticamente es otra cuestión, yo no soy quién a juzgar este aspecto. Juzguen ustedes mismos.