miércoles, 21 de diciembre de 2011

La luz de la música joven

http://www.lne.es/opinion/2011/12/21/luz-musica-joven/1174014.html

La luz de la música joven

El talento de Eduardo García Salueña y sus inicios de chaval en el Ateneo Jovellanos

 03:04  
La luz de la música joven
La luz de la música joven  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES No puedo ocultar mi satisfacción. El domingo día 18, asistí junto con Conchita (mi mujer) a un concierto de música en el teatro Jovellanos. Se trataba de un concierto incluido en el catálogo de compositores asturianos, dentro del ciclo de jóvenes. No podíamos faltar, se trataba de Eduardo García Salueña al piano.

Hacía tiempo que no lo veía, pero me siguió pareciendo el mismo de siempre, aquel chaval que tuve la oportunidad de conocer y admirar ya entonces por sus trabajos, cuando desde el Ateneo Jovellanos nos habíamos impuesto dinamizar el apoyo a los jóvenes para rejuvenecer su estructura.

Bajo su responsabilidad por delegación y supervisión de Paco Santamaría y mía, directivos entonces del Ateneo Jovellanos, Eduardo dirigió un programa de Música Joven, con un éxito inimaginable gracias a su talento, ganas, valor, trabajo, esfuerzo y sobre todo paciencia. Este programa, novedoso en cuanto a organización y contenido, tuvo seguidores adictos a sus charlas, conferencias y conciertos especiales, que hoy en día aún lo recuerdan como pude comprobar en el patio de butacas del teatro Jovellanos el pasado domingo.

Una señora que aplaudía intensamente desde mi butaca colindante me dijo al final del concierto que había nacido una estrella. No pude por menos que decirle que la estrella ya había nacido allá en el año 2005 en el Ateneo Jovellanos, sólo que ahora se empezaba a ver su luz.

El folleto que a la entrada del teatro nos entregaron me produjo un sobresalto al leer su amplio currículum para tan poca edad. Allí constaba en sus inicios su colaboración con el Ateneo Jovellanos. Esa colaboración tan poco reconocida a aquel grupo de jóvenes que entonces tanto dieron por esa institución dirigiendo actividades de música, cinefórum, premios primavera, dinámicas de grupo y otras muchas, con el ánimo de dinamizar y cambiar la faz de un Ateneo viejo y obsoleto, de los cuales casi todos están triunfando en sus profesiones paralelas a las tareas de colaboración que tenían asignadas entonces.

No voy a recordar ahora el escaso reconocimiento a estos jóvenes entonces, salvo la parte imputable a quienes sólo hacen valer los actos que protagonizan directamente o les facilitan protagonismo personal, despreciando o dejando en el vacío de la inexistencia lo que otros realizan.

Lo importante ahora es que Eduardo, en la música, ya tiene luz propia, y para quienes le hemos aportado en algún momento apoyo supone un orgullo. Estoy seguro de que también el Ateneo Jovellanos -donde inició su colaboración- escribirá algún día su nombre en letras mayúsculas, pues sabido es que, con independencia de las personas que las rigen, las instituciones permanecen.

Mi enhorabuena, Eduardo, por tus obras compuestas con las que nos hiciste pasar una velada muy grata, especialmente por las de entrada y cierre: Termositón.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Se busca trabajo, no puesto de trabajo

http://www.lne.es/opinion/2011/12/09/busca-trabajo-puesto-trabajo/1168378.html

Se busca trabajo, no puesto de trabajo

La reorganización del mercado laboral que se avecina

 03:23  
Se busca trabajo, no puesto de trabajo
Se busca trabajo, no puesto de trabajo  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES Algo muy importante se está moviendo en el mundo laboral. El empleador y el empleado quizá sean términos que quedarán en el olvido en la tercera revolución industrial, para dar paso a una relación contractual empresa-profesional por unos servicios y contraprestaciones acordados.

Tendremos que acostumbrarnos a defender el trabajo en lo sucesivo, no el puesto de trabajo. Éste fue implantado en el proceso de organización que establecía las distintas tareas en el sistema productivo, al que hizo referencia Frederick Winslow Taylor, pero ¿tiene sentido en la actualidad?

Los puestos de trabajo se agrupaban según la función que desempeñaban en las organizaciones: ventas, administración, sistemas, directivos, técnicos, etcétera. A su vez, todas estas formas de agrupar los puestos de trabajo permitían realizar tareas relativamente complejas, como, por ejemplo, definir competencias o requisitos técnicos o de experiencia para cada grupo de puestos de trabajo.

Todo ello permitía llevar a cabo valoraciones de puestos de trabajo, asignando a cada uno una banda salarial en función de lo que se estimaba su valor en el mercado laboral, incluso se determinaban sus remuneraciones en convenios colectivos, pudiendo además identificarlos con perfiles, es decir, definiendo el contenido teórico ideal de un puesto de trabajo determinado. Servían además estas agrupaciones para gestionar el rendimiento, identificar necesidades formativas y motivar a los profesionales, bajo la premisa de que el puesto de trabajo era estable y potencialmente permanente.

En las empresas y las organizaciones se describían los puestos de trabajo asignándoles unas tareas más o menos detalladas que intentaban reflejar el quehacer diario de la persona que lo realizaba, formando parte incluso del reglamento de régimen interno de la empresa. Hoy en día, si queremos identificar el estado evolutivo de una empresa en materia de gestión de personas, no tenemos más que echar un vistazo a su estructura y observar que cuanto más detalladas sean las descripciones de los puestos de trabajo más atrasada está la organización si queremos valorarla en la evolución del conocimiento.

Ahora, en la situación actual, es absurdo seguir hablando de puestos de trabajo, porque la naturaleza del trabajo ha cambiado. Lo que tiene sentido es hablar de proyectos desde una perspectiva cotidiana y especialmente adaptando el quehacer a la necesidad de cada momento de la organización, en la que la movilidad funcional no tenga más cortapisas que la del conocimiento y no la voluntariedad. También hay que advertir dentro de la evolución del trabajo la desaparición de la exclusividad, al menos como requisito habitual. Ahora el empleado debe comprometerse en exclusiva con el empleador, es decir, tiene un único proveedor de trabajo. En lo sucesivo, un proyecto y no un puesto de trabajo, desarrollará una tarea de una empresa o de varias, gestionará cuentas de varias empresas y, en general, serán profesionales prestando servicios a profesionales o a organizaciones.

El mercado laboral futuro traerá una relación profesional-empresa que abandonará el dominio empresarial para dar paso al diálogo entre marcas-empresas-personas en busca de resultados. Se trata de una oportunidad para resolver los problemas causados por la excesiva especialización, la atomización y la falta de sentido de los puestos de trabajo de hoy, mediante la recuperación de la autonomía y de la responsabilidad.

Ya no tendrá sentido hablar de perfiles adaptados al trabajo a realizar, porque éstos pasarán a ser algo mucho más complejo, rico, variado y dinámico. Las personas tendrán que aprender durante toda la vida y, en consecuencia, su perfil estará en constante evolución.

Cambiará el mercado de trabajo, evolucionará la remuneración de los profesionales y se transformarán las empresas. Lo que importa ahora es entender que el puesto de trabajo como tal, definido y limitado a tareas específicas dentro de una empresa, desaparecerá y cuanto antes nos adaptemos, mejor. Sólo queda esperar que lo entiendan todos los actores sociales y empresariales, cuanto antes, y se refleje en las nuevas relaciones laborales.

viernes, 25 de noviembre de 2011

MENGUANTE, TIEMPO DE PODA

http://www.lne.es/opinion/2011/11/25/menguante-tiempo-poda/1161720.html

Menguante, tiempo de poda

Sugerencias para hacer una buena criba en los frutales y en los partidos políticos

 03:35  
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Menguante, tiempo de poda
Menguante, tiempo de poda  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES Mi afición a la jardinería me obliga a preparar los instrumentos para llevar a cabo la poda de los árboles frutales que tengo en la finca.

Reconozco que al ser una tarea extraordinaria, no es de mi agrado y, cada vez que tengo que hacerlo, me produce una sensación de inquietud, pues cada rama que corto lleva consigo un poco de mi afecto al árbol que la sostiene.

En principio, la estación preferible para la realización de la poda es en invierno, no siendo recomendable que esté muy avanzado, pues si la primavera se anticipa puede traer consecuencias no esperadas.

Defienden los agricultores como una característica importante que la poda se realice en menguante, es decir, cuando la Luna (que es mentirosa), presenta una C en su forma. Ello, al parecer, es para que las cicatrices del corte curen con prontitud, ya que si se hace con Luna llena o creciente su sangría puede hacer daño al árbol y, en definitiva, al futuro fruto.

La herramienta debe ser rígida y con buen filo, que produzca corte limpio y fuerte, de tal forma que no quede malherida la rama, y siempre de forma inclinada de arriba hacia abajo para que baje la savia sin dificultad.

Pero la duda mayor viene al decidir qué rama cortar. Hay que elegir la rama, su altura, la forma, la situación de los brotes, su edad, su grosor? A mí me produce dolor realizar el corte y a veces parece que me lo doy yo en un brazo.

La elección de la rama no debe olvidar la eliminación de los brotes chupones existentes, que aunque se eleven con gran vigor y fortaleza no dan fruto y absorben la riqueza que le proporcionan las raíces.

Me mueve, sin embargo, a realizar la poda la esperanza del bien que hago al árbol y al fruto que dará tras el brote primaveral.

A veces miro la rama y me cuesta cortarla, sobre todo porque veo que quedan huecos vacíos al hacerla desaparecer. Reconozco que a llevar a cabo esta tarea me está enseñando mi mujer, que pinta (claro como todas), y como sabe mucho de los espacios, paisajes y horizontes, siempre me comenta: «No te de pena la rama, lo importante es el árbol».

¡Qué curioso! cuando estoy terminando estas anotaciones sobre mi afición me ha venido a la mente que también se puede hacer en menguante una buena poda en los partidos políticos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LO QUE HEMOS APRENDIDO DE ESTA CRISIS

http://www.lne.es/opinion/2011/02/01/hemos-aprendido-crisis/1027392.html

Lo que hemos aprendido de esta crisis

La necesidad de no confundir valor con precio y de empezar a valorar lo que queremos adquirir

 07:54  
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Lo que hemos aprendido de esta crisis
Lo que hemos aprendido de esta crisis  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES Dijo Antonio Machado que confundir valor con precio es de necios.

Pero ¿a quién importaba eso en época de abundancia? Adquirir era lo importante, comprar era lo acertado, pues lo que pagábamos la propia inercia del mercado lo absorbía con facilidad y superaba el precio pagado de inmediato.

Después, han venido las burbujas y obligados nos hemos visto a rectificar y a acordarnos de la diferencia entre valor y precio, fijando unos principios para el futuro (al menos el inmediato) de cómo hemos de diferenciar entre un concepto y otro.

Hemos sentido la necesidad, obligados por las circunstancias, de adecuar lo que tenemos y deseamos a nuestras propias posibilidades.

Hemos aprendido que los gurús, expertos de gran prestigio, articulistas, predictores y entendidos en la materia económica, si estuviesen seguros de cuanto pronostican, serían multimillonarios.

Que las modas y las opiniones generalizadas no se convierten en ciertas por el hecho de que circulen en los medios, pues siempre existen riesgos, especialmente cuando aparecen beneficios desproporcionados a corto plazo.

Que quienes aconsejan qué hacer con el dinero ajeno no suelen tener la responsabilidad en el deterioro o la pérdida de su valor.

Que nadie en el mundo de la economía regala nada.

Que cuando nos dejamos llevar por la tendencia ante un producto de moda, la avalancha de compras, produce que la gente compre sin preguntar, en contraposición a lo que debiera ser: enterarse de su valor y después comprar. Recuerdo cómo en uno de los acontecimientos más llamativos vividos, la época de las acciones de Terra, se llegó a comprar cada acción a 160 euros, de tal forma que capitalizando el total de sus acciones la cifra superaba la de grandes bancos españoles, mientras su balance presentaba pérdidas. Después vino el derrumbamiento y dejó el precio en su valor.

Que la historia siempre se repite y nos ha traído burbujas que han llevado a la ruina a numerosas economías fuertes. En nuestro país, la última conocida es la del mercado inmobiliario, que aún no ha finalizado.

Que no debemos dejarnos llevar por los beneficios ajenos que nos cuentan nuestros amigos. Es curioso que sólo se cuentan las operaciones que nos han producido beneficio y pocos cuentan las pérdidas.

Distinguir el valor del precio implica simplemente que no debemos pagar por una cosa todo lo que nos piden por ella por el hecho de quererla para nosotros. Es preciso analizar su valor, tras asegurarnos realmente de la necesidad de la misma.

En el futuro, hemos de añadir un nuevo factor en las decisiones de nuestra vida, y es saber valorar lo que queremos adquirir. El mejor medio para ello es calcular el valor intrínseco, es decir, considerarlo como una inversión productiva y no especulativa. Lo que compro lo valoro por el beneficio que me va a aportar por sí mismo el producto adquirido, no dando valor al especulativo, que puede obtenerse porque alguien me pueda pagar más por él.

Llegado a este punto, no nos queda otra alternativa en la sociedad civil que intervenir individualmente en el propio mercado. Si el mercado actual no nos permite distinguir entre el valor y el precio de una cosa, tendremos que inventar otro mercado en el que el valor se equipare a su precio, adecuando siempre el producto adquirido a nuestra necesidad real y, especialmente, a nuestras posibilidades. Hay productos que, pase lo que pase con su valor real en origen, el precio final continúa incrementándose ajeno a la circunstancia de su valor de origen, como, por ejemplo, el efecto de los carburantes. Ahí es donde la sociedad civil deberá influir con sus decisiones para que en el futuro no sea así.

viernes, 4 de noviembre de 2011

OTRA VOZ INDIGNADA QUE TAMBIEN DEBE ESCUCHARSE

http://www.lne.es/opinion/2011/11/04/voz-indignada-debe-escucharse/1151864.html

Otra voz indignada que también debe escucharse

Todos sabemos el daño que hacen las entidades mal gestionadas al mercado financiero

 
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Otra voz indignada que también debe escucharse
Otra voz indignada que también debe escucharse  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES Bueno, pues sí, ya era hora de que alguien con peso específico y autoridad en la economía de la eurozona alzase la voz y manifestase lo que muchos pensábamos que había que advertir. ¡Basta ya de artificios de galería que lo único que hacen es crear más incertidumbre en los mercados financieros!

«Poner en duda, de forma generalizada, la sostenibilidad de la deuda pública o del sistema financiero europeo puede llevarnos a una espiral imparable de crisis soberanas y crisis bancarias», afirmó Botín en una conferencia sobre la banca en Madrid.

El proyecto de recapitalización de la banca, es injusto de por sí, pues prima a las entidades que han venido gestionando mal sus fondos y los de sus depositantes e inversores, haciendo una competencia desleal a quienes, con su seriedad y buen hacer, están sufriendo las consecuencias de un irracional apoyo desde los gobiernos a entidades en apuros, así como una exigencia de recapitalización indiscriminada de la banca europea, sin que previamente se resuelva de forma definitiva el problema de la deuda pública.

«Estas propuestas no tienen ningún sentido», dijo Botín, porque «crean inseguridad y confusión», «aumentan la incertidumbre en los mercados» y «producirán una contracción del crédito, pues muchas entidades optarán por reducir su balance».

Esta voz también viene de un indignado con peso representativo en el PIB europeo, voz que debiera ser escuchada y producir influencia en quienes determinan las actuaciones económicas que están provocando «el caos» en la eurozona desde sus puestos de gobernadores de bancos centrales y Banco Europeo, retrasando la poda necesaria en el sistema financiero.

Siempre, quienes hemos vivido la Banca de cerca (aunque yo desde un estadio mucho más humilde que Botín), sabemos el daño que hacen las entidades mal gestionados al mercado financiero. Por eso, no entiendo la postura de indiferencia del gobernador del Banco de España (cuya única misión en la actualidad ha quedado limitada al control del sistema financiero) sin intervenir en los desmadres que estamos observando diariamente de gestores y responsables de entidades de crédito, especialmente de algunas cajas de ahorros cuya intervención ejemplarizante a tiempo hubiera sido suficiente para evitar el efecto contagio por los abusos habidos.

Esta voz de un indignado que entiende debe alertar también a los depositantes e inversores para que analicen (como siempre se venía haciendo) dónde, cómo y en qué entidades de crédito deben invertir y depositar su dinero para no tener sobresaltos, pues es de esperar que en adelante, si los gobiernos quieren corregir el desmadre existente en el sistema financiero, deberán intervenir -y si es preciso hacer desaparecer- las entidades con deficiente gestión, en vez de apoyarles con dinero público, recayendo como es lógico el riesgo sobre el propio inversor y la responsabilidad sobre los gestores de las entidades afectadas.

Finalizo con el dicho que siempre estaba en uso hasta que el revoltijo de la crisis se lo llevó por delante: ¡Ojo, que nadie da duros a dieciocho reales!

jueves, 20 de octubre de 2011

LO PUBLICO Y LO PUBLICADO

Lo público y lo publicado

La necesidad de una comunicación fluida y efectiva entre los poderes públicos y los ciudadanos

  http://www.lne.es/opinion/2011/10/20/publico-publicado/1145087.html
Lo público y lo publicado
Lo público y lo publicado  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES Quien ejerce una tarea pública tiene que asumir que existe una ventana abierta a la calle, desde la que se puede mirar. No es extraño, por lo tanto, que los ciudadanos se asomen a esta ventana y miren a través del cristal. La opinión pública, por lo tanto, está al acecho de lo que acontece en el interior del habitáculo y hace sus composiciones de lo que ve, pero también es cierto que confecciona sus suposiciones si lo que tiene que ver no se distingue.

No siempre es nuestra la culpa de cuanto se publica de nosotros. Sin embargo, somos responsables del estado en que nos encontramos en la mayoría de las ocasiones cuando comunicamos algo.

Somos responsables de lo que manifestamos y de cómo lo manifestamos. Pero no somos responsables de cómo les llega o cómo lo toman los demás.

Tampoco somos responsables de lo que manifiestan de nosotros y cómo lo manifiestan. Sin embargo, sí somos responsables de cómo lo tomamos, de lo que hacemos con ello y, sobre todo, de cómo respondemos a ello.

Decía Siegmund Warburg (el banquero que inventó las principales técnicas de las finanzas actuales) que una organización dedicada a servir al público tenía que saberlo todo y comunicar bien lo que hace. Ésta es la razón por la que transformó su despacho en una jaula de cristal para él, pero de hierro para los demás. Desde su despacho veía todo, oía todo, observaba todo, controlaba todo. A su vez fue capaz de transmitir a sus colaboradores que lo más importante de su trabajo era informar de lo que se hacía allí, sabiendo distinguir lo que se puede y no se puede publicar por razón de confidencialidad y siempre con un sentido de coordinación tan exquisito como para crear estilo propio.

Consiguió con ello que el público no tuviera necesidad de inventar ni imaginarse acontecimientos de la organización, pues conocía la seriedad con que la misma trataba este aspecto informativo, así como de la puntual comunicación de cuanto acontecía dentro de la misma y de sus planes de gestión. Diariamente remitía al menos un resumen a los medios de comunicación cuidadosamente redactado y supervisado por un responsable. Cuando surgía un asunto excepcional, era tratado en ruedas de prensa, mimando cuidadosamente cuanto en las mismas se destacaba, con la mayor transparencia, cortesía y elegancia informativa. De igual forma, estableció un sistema de información interna de la marcha de sus departamentos y cuanto acontecía en los mismos que les fuera de interés, y que hacía circular para conocimiento de todos sus colaboradores diariamente a través de los más modernos métodos existentes para optimizar los tiempos empleados en ello. Implantó con especial esmero un órgano coordinador entre áreas al objeto de que ninguna idea de negocio se pudiera perder o demorar por razones propias de competencia o visión parcial de algún departamento.

Al igual que en economía existen dos principios elementales: el de la escasez y el de la abundancia, debemos extrapolarlos a cuanto acontece en lo público referente a la información. La escasez en la comunicación puede llegar a mostrar un estado depresivo, mientras que la buena y abundante comunicación será sin duda un manantial inagotable de esperanza y buenos augurios.

Son necesarios signos de reconocimiento y de buena comunicación por parte de los que rigen nuestros destinos políticos y económicos, capaces de transmitir confianza para que los ciudadanos podamos afrontar con esperanza e ilusión la situación actual y la que se avecina. Con ello, estoy seguro de que los ciudadanos sabremos valorar la gestión pública, y diferenciar a quienes hacen las cosas de quienes se aplican los méritos
.http://www.lne.es/opinion/2011/10/20/publico-publicado/1145087.html

sábado, 8 de octubre de 2011

VIENDOLAS VENIR

Viéndolas venir

La globalización hace que el concepto de economía nacional pierda sentido

 04:28  
Viéndolas venir
Viéndolas venir  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES Algo está pasando de gran calado en la economía global y por lo tanto no debemos esconder la cabeza debajo del ala como los avestruces. Todos los factores productivos -es decir, dinero, tecnología, plantas de producción, maquinaria y equipos de trabajo- se trasladan con gran facilidad a través de las fronteras de los distintos países. Por ello, el concepto de economía nacional, en su acepción tradicional, está perdiendo sentido y, por lo tanto, perderán tal significado nacional sus empresas, capitales, productos y tecnologías.

¿Qué nos queda entonces como elemento diferenciador entre países para que el desarrollo alcance sus índices necesarios de competitividad? Sin lugar a dudas, el trabajador nacional, es decir, la mano de obra de un país. El verdadero valor que hay que desarrollar en esta situación, debe tratar de conseguir incrementar el valor potencial que sus ciudadanos puedan agregar a la economía global promoviendo sus capacidades y habilidades, compatibilizando a la vez estas cualidades con las necesidades y exigencia del mercado mundial.

Con ello, no nos queda otro remedio que modificar los criterios de protección, subvención o privilegio a las compañías nacionales con respecto a las demás, puesto que tanto las compañías como los inversores recorren el mundo en busca de sus oportunidades de negocio y desvinculándose cada día más de sus países de origen.

Los ciudadanos de la nación en esta nueva era estarán vinculados por algo más que por el producto nacional bruto o el IPC, es decir, deberán compartir la responsabilidad para conseguir un bienestar común. Es ahí precisamente donde las empresas de alto valor desarrollarán sus habilidades para progresar interrelacionándolas: A) Por un lado, potenciarán las habilidades para resolver los problemas que plantea la producción de bienes exclusivos en el área que desarrolle su actividad. B) Por otro lado, desarrollarán las habilidades para ayudar a los consumidores a entender sus propias necesidades y cómo las mismas pueden ser satisfechas con sus productos especialmente adaptados a las mismas; y C) Desarrollar las habilidades necesarias para vincular la tarea de los responsables de identificar las oportunidades del mercado con los responsables de resolver sus problemas. Es este nuevo papel el que desarrollarán los analistas de ideas jugando el papel de negociadores estratégicos.

El gran interrogante que queda al futuro de la sociedad actual será si los gobernantes de la nación se sensibilizarán lo suficiente como para conseguir un sacrificio real de todos sus ciudadanos para participar en la nueva economía mundial sin fronteras económicas, considerándolo como un objetivo nacional de razón de estado al igual que si fuera una cuestión de seguridad.http://www.lne.es/gijon/2011/10/08/viendolas-venir/1139603.html

martes, 16 de agosto de 2011

Una respuesta asturiana a la convocatoria 20 N

http://www.lne.es/opinion/2011/08/16/respuesta-asturiana-convocatoria-20-n/1116562.html
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Una respuesta asturiana a la convocatoria del 20-N

La región debe tener una voz que se escuche en el próximo Parlamento de la nación

 
Una respuesta asturiana a la convocatoria del 20-N
Una respuesta asturiana a la convocatoria del 20-N  
FERNANDO DE LA HOZ ELICES Al fin, este soberbio gobierno de la nación, acorralado por su propia ineptitud ha entrado en razón y se ha dignado convocar elecciones generales para el 20 de noviembre.

Quienes se acerquen a este país asturiano para verlo por dentro, verán desfilar ante sus ojos unos campesinos arruinados que han tenido que abandonar sus tierras y ganado; una minería desolada; una industria obsoleta y no competitiva; un empresariado decepcionado; un comercio abandonado a su suerte; un territorio incomunicado, unos jóvenes sin trabajo que abandonan su tierra por su propio pie; unos trabajadores sin perspectivas de mejora y un paro asfixiante... un país en definitiva donde mueren más que nacen.

Este panorama permite comprender el porqué del engendro de un nuevo partido político que ha irrumpido en este país de Asturias con el ánimo y la ilusión de regenerar la convivencia y el estado de bienestar de sus habitantes, dinamizando la economía regional hasta alcanzar el nivel que le corresponde.

Ya estamos contemplando quienes vivimos en Asturias tras las elecciones autonómicas y municipales unos cambios que a ningún asturiano le están pasando desapercibido. Carmen Moriyón y su equipo en Gijón está impregnando seriedad basada en una dirección por grupos y con un compromiso de gestión de la realidad, ante la necesidad de adaptarse a la situación de sobriedad a la que las cifras y los hechos de los anteriores regidores han llevado las arcas municipales, priorizando sus objetivos en función de las escalas actuales de valor de los ciudadanos, que no son otras que ver solucionado el excesivo desempleo y el desorbitado gasto de la Corporación municipal y sus empresas.

Tenemos en el Principado un nuevo gobierno liderado por Alvarez-Cascos, quien gobernando en minoría entre grupos políticos, trata de poner orden en el caos del endeudamiento de la Administración regional y en el resorte enmarañado que impide que las empresas asturianas desarrollen su actividad competitiva. Debe establecer con el mayor consenso posible las bases suficientes que den confianza al empresariado y a potenciales inversores que sean capaces de relanzar la economía asturiana, tratando a su vez de despertar el adormilamiento de sus gentes, consecuencia del envenenamiento de los embustes con los que han sido tratadas desde el actual Gobierno central.

Pero ahora, ante las elecciones generales, no debemos los asturianos obviar nuestra responsabilidad, que debe ir más allá de un voto de castigo a un gobierno nacional que ha venido jugando con la sinrazón. No debemos conformarnos tampoco con elegir a representantes de un gobierno con sentido de fortaleza nacional, capaz solo de cambiar la tendencia y corregir errores nacionales. Es cierto que es necesario y sea por lo tanto bienvenido. Asturias en estas elecciones generales necesita obtener una fuerte representatividad, que consiga hacer valer el país de Asturias dentro del contexto nacional, evitando así que nuestros elegidos se conviertan, como viene siendo habitual, en receptores de órdenes llegadas desde sus respectivos centros de mando nacional, mientras en paralelo vemos perder la cuota de representatividad regional dentro del todo de la nación.

Tiene que ser un lujo para Asturias que Alvarez-Cascos lidere a los diputados de FAC en las Cortes Generales. Conoce las necesidades de su región, tiene demostrada su capacidad como gestor, probada la dosis de exigencia en las negociaciones y en conseguir sus objetivos, es el presidente del Principado y en su mano tiene la posibilidad de movilizar si fuere preciso a la ciudadanía ante la hipotética falta de rigor en el equilibrio regional. Con una supuesta fortaleza de los votos de todos los asturianos en los que prevalezca el amor a su país y no su ideología, estoy seguro que tendríamos en la próxima legislatura una situación privilegiada para que esta región vuelva a tener lo que nunca debió perder: liderazgo en productividad, competitividad, empleo y por lo tanto en bienestar, desterrando la tendencia actual de convertirse en una región «sólo para morir».

Yo creo que merece la pena aunar esfuerzos en estas próximas elecciones generales, y tratar de conseguir que nos represente quien puede ser capaz de hacer valer nuestros derechos regionales ante el nuevo gobierno de la nación. Asturias merece este esfuerzo de voluntades para que quién salga elegido presidente del gobierno (todos los indicios dan por hecho que será el líder del Partido Popular) tenga enfrente unos diputados asturianos exigentes y que le recuerden en las permanentes negociaciones que sólo los burros son capaces de tropezar dos veces en la misma piedra.

Me voy a permitir para finalizar este artículo, evocar a Jovellanos y utilizar su pensamiento en el discurso dirigido a la Real Sociedad de Amigos del país de Asturias, sobre los medios de promover la felicidad del Principado: «Sólo el patriotismo que estimula al hombre a desear con ardor y a buscar con eficacia el bien y la felicidad de su patria tanto como el de su misma familia, puede servir de apoyo a la sociedad económica. El ciudadano que sienta su corazón animado de esta virtud social, será precisamente activo y celoso, y buscará con el mayor desvelo el bien de su país; más quien no sienta tal estímulo será un individuo tibio, perezoso e inútil, y más que de provecho, será de estorbo a la sociedad y a sus consocios».